Evaluando nuestra vida
Por Abdiel Morfa Nehemías 9:1-3,38 En el capítulo anterior se describe lo sucedido en medio de las fiestas de las trompetas, donde se le suplicó al pueblo que no lloraran, sino que se alegraran en el Señor. Veintitrés días después, el veinticuatro del mes séptimo, se convoca al pueblo para un día de ayuno, confesión, humillación y arrepentimiento. O sea, un día para llorar y ponerse a cuentas con el Señor. El día anterior había comenzado un proceso de depuración, pues los hombres del pueblo motivados por el llanto y la humillación de Esdras, habían tomado la difícil decisión de obedecer a Dios despidiendo a sus mujeres e hijos extranjeros que habían tomado en tierras lejanas, en desobediencia a la Ley de Jehová. Ahora los encontramos de pie ante Dios confesando sus pecados y las iniquidades de sus padres. Estaban reconociendo que eran responsables por haber seguido los malos ejemplos de sus antecesores. De manera que podemos decir que e...