Evaluando nuestra vida


 

Por Abdiel Morfa

 

 

Nehemías 9:1-3,38

 

En el capítulo anterior se describe lo sucedido en medio de las fiestas de las trompetas, donde se le suplicó al pueblo que no lloraran, sino que se alegraran en el Señor. Veintitrés días después, el veinticuatro del mes séptimo, se convoca al pueblo para un día de ayuno, confesión, humillación y arrepentimiento. O sea, un día para llorar y ponerse a cuentas con el Señor.

 

El día anterior había comenzado un proceso de depuración, pues los hombres del pueblo motivados por el llanto y la humillación de Esdras, habían tomado la difícil decisión de obedecer a Dios despidiendo a sus mujeres e hijos extranjeros que habían tomado en tierras lejanas, en desobediencia a la Ley de Jehová. Ahora los encontramos de pie ante Dios confesando sus pecados y las iniquidades de sus padres. Estaban reconociendo que eran responsables por haber seguido los malos ejemplos de sus antecesores. De manera que podemos decir que este era un día para cerrar una agenda no resuelta delante de Dios por varias generaciones, por lo que estuvieron seis horas en este proceso (tres horas leyendo la Ley y tres confesando sus pecados).

 

Por lo expresado anteriormente podemos afirmar el siguiente principio: Es saludable evaluar nuestra vida para desarrollar un ministerio efectivo. ¿Por qué es necesario evaluar nuestra vida para un ministerio efectivo? En el pasaje encontramos al menos tres razones:

 

 

1.     Porque evaluar nuestra vida nos permite conocer más profundamente a nuestro Dios

 

En el versículo cuatro encontramos a un grupo de levitas haciendo un llamado a rendirle adoración a Dios, por lo que Él es. Sin duda alguna, este llamado fue motivado por aquel momento sublime cuando el pueblo estaba haciendo un análisis retrospectivo de la historia de su nación, a través de la Palabra y de la confesión de sus pecados. Estos siervos de Dios estaban invitando al pueblo a reconocer la grandeza, el amor, la misericordia y la fidelidad de Dios a lo largo de toda la historia nacional.

 

Dentro de los atributos que debían reconocer en la persona de su Dios se destacan en el versículo seis los siguientes:

 

  • Que Jehová es el único Dios verdadero.
  • Que Jehová el único Dios verdadero es el Creador de este universo.
  • Que Jehová es el único Dios que puede impartir la vida (“el Dios que vivifica todas las cosas”).

 

Jehová es el único Dios verdadero, creador de todas las cosas que existen, el autor y quien otorga la vida, por lo que es el único digno de toda la adoración.

 

A lo largo de toda la Biblia podemos ver que los hombres y mujeres conocían más profundamente a su Dios por medio de las experiencias vividas o de rememorar la forma en que Él obró en sus vidas o su pueblo (1Cr.16:8-12; Is.63:7; Sal.103:1-2; Jos.22:26,27,40). 

 

Por otra parte, aquella evaluación retrospectiva que hizo el pueblo, además de permitirles conocer más profundamente quien es Dios, les dio la oportunidad de conocer más a fondo que hizo Dios. Algunas de las obras de Dios para con su pueblo que ellos recordaron en este análisis son las siguientes:

 

  • (v.7-8). Recordaron que Jehová es el Dios que tiene un propósito definido para la vida de sus hijos, que nos llama y nos ayuda  a cumplirlo hasta el final.
  • (v.9-11). Lo estaban reconociendo como el Dios que liberta a su pueblo de la esclavitud (hoy podemos proclamar que nuestro Dios nos liberta de la esclavitud del pecado por medio de Jesucristo).
  • (v.12-14). Esta mirada retrospectiva les llevó a recordar al Dios que les guio y acompañó todo el tiempo. Al Dios que no abandona a su pueblo ni en las buenas ni en las malas.
  • (v.15). También pudieron traer a la memoria al Dios que provee para las necesidades físicas y materiales de su pueblo. Hoy podemos expresar de diversas formas, desde lo más profundo de nuestro ser, todas las grandes cosas que Dios ha hecho con nosotros.

 

 

2.     Porque evaluar nuestra vida nos permite conocernos más profundamente a nosotros mismos

 

Al mirar en la historia pasada de la nación, recordando quien es y que ha hecho nuestro Dios, inevitablemente nos hacemos más conscientes de quienes somos realmente nosotros. Decimos con toda intencionalidad “quienes somos realmente nosotros”, porque muchas veces tenemos un falso concepto de nosotros mismos. Es importante saber que no se trata de como yo me veo a mi mismo en mi propia opinión, o como me ven otros a mi alrededor, sino lo importante es cómo anda realmente mi vida delante del Señor. (v.16-19).

 

La realidad es que cuando miramos retrospectiva nuestra vida podemos afirmar que estamos en pie no por nuestros méritos personales, ni nuestras capacidades, fuerzas, recursos, carisma, etc., sino por la gracia y la misericordia de Dios. Simplemente nos volvemos a ver tal como somos: débiles, insuficiente e infieles. Entonces podemos exclamar junto con Jeremías en el libro de Lamentaciones: “Por las misericordias de Jehová no hemos sido consumido, porque nunca decayeron sus misericordias. Nuevas son cada mañana; grande es tu fidelidad” (Lm.3:22-23).

   

 

3.     Porque evaluar nuestra vida nos permite rectificar el rumbo cuando es necesario

 

Además de conocer más profundamente a nuestro Dios y a nosotros mismos, una evaluación retrospectiva nos pone de frente a rectificar el rumbo cuando hallamos que algo no anda bien.

 

Este pueblo reconoció cuan mal habían obrado (v.33). Ahora bien, no solamente identificaron y confesaron sus pecados, sino que se hicieron conscientes de las consecuencias de los mismos (v.32, 36,37.).

 

Esto es importante porque muchas veces los hijos de Dios no quieren reconocer y asumir las consecuencias de sus pecados, por lo que comienzan a culpar a las circunstancias, a otros a su alrededor, al diablo, e incluso algunos se atreven a culpar al propio Dios. Es decir, que una buena actitud es reconocer nuestros pecados y sus respectivas consecuencias. Entonces, una vez que adoptaron la actitud correcta se dedicaron a rectificar el rumbo con toda seriedad (v.38)

 

 

En resumen, es saludable evaluar nuestra vida para desarrollar un ministerio efectivo, porque esto nos permite conocer más profundamente quién es y qué hace nuestro Dios, nos permite conocernos más a fondo a nosotros mismos delante de Él y sobre todas las cosas nos permitir rectificar el rumbo para arreglar nuestras cuentas con el Señor.  

 

 


Comentarios

Entradas populares de este blog

La planificación en el ministerio cristiano

Efectividad en el ministerio cristiano

La organización en el ministerio cristiano

Consideraciones básicas sobre la visitación pastoral

El pastor guiando cambios necesarios en la iglesia

La capacitación del siervo de Dios

Los ladrones del tiempo