Consideraciones básicas sobre la visitación pastoral




Por Abdiel Morfa. 

Estamos conscientes que la visitación como práctica pastoral, asume distintas formas dependiendo del contexto en que se desarrolle. Realmente hay diferencias sustanciales entre los países de culturas cálidas relacionales y los de cultura fría, entre el contexto hispano y el de habla inglesa, entre los países subdesarrollados y los desarrollados.

 Ahora bien, independientemente a las diferencias existentes, y la adecuación al contexto que deba realizarse, visitar a los enfermos y necesitados es un deber cristiano desde los tiempos bíblicos. En Santiago 1:27 leemos: “La religión pura y sin mácula delante de Dios el Padre es esta: Visitar a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones, y guardarse sin mancha del mundo”. También podemos constatar la importancia que Dios le concede a la visitación, en el trascendental pasaje del juicio de las naciones de Mateo 25:31-46. En este pasaje la visitación a los enfermos forma parte de las buenas obras que el Señor premiará en la vida de sus hijos aquel día. Por todo lo anterior, les comparto algunos consejos para mejorar la efectividad de la visitación pastoral:      

 

·    Considere la visitación como una hermosa oportunidad para ministrar a otros fuera del púlpito y las actividades de la iglesia


    No debemos ver la visitación solamente como una obligación que nos impone nuestro contenido de trabajo, o como una exigencia de los miembros de la iglesia, sino como la hermosa oportunidad que es para conocer de cerca los problemas y necesidades de la congregación que tenemos que alimentar por medio de la predicación y enseñanza de la Palabra de Dios. Las más hermosas y profundas relaciones con nuestros hermanos que perduran en el tiempo, generalmente nacen de la visitas que le hacemos en sus hogares u hospitales cuando están enfermos.

 


·  Tenga en cuenta que existen diferencias entre la visitación en el contexto rural y el urbano


   La cultura rural es más formal en cuanto a los horarios, la honestidad y cumplimiento de la palabra, e incluso más tendiente a ser agradecida por la visitación pastoral. La cultura urbana es más informal en sus horarios y en el cumplimiento de una palabra dada. Por ejemplo, usted coordina día y hora la visita a una familia, pero al llegar encuentra que todos se fueron a otro lugar. Ante esta realidad es bueno conocer cómo funciona cada contexto cultural para buscar una estrategia que de resultado en el lugar donde usted ministra.



·    Establezca prioridades en cuanto a la visitación  


    Las múltiples responsabilidades de un pastor no le permiten visitar a todos los miembros y congregados de su iglesia con cierta frecuencia, esto aún más si su iglesia es grande o está creciendo a un ritmo acelerado. Es bueno aclarar que los miembros de las iglesias en contexto rurales son más tendientes a exigir al pastor que les visite regularmente, aunque no estén atravesando adversidades. Algunos de los casos que debemos priorizar son los siguientes:  

  •   Hermanos sufriendo por alguna tragedia reciente (fallecimiento de seres queridos, afectaciones a causa de desastres naturales, derrumbe de sus casas, pérdida del trabajo, entre otros ejemplos).
  •   Hermanos enfermos en sus casas o ingresados en el hospital.
  •   Hermanos que se están alejando de la comunión con la iglesia y dejando de congregarse, por estar enojados, decepcionados o cualquier otra causa.
  •   Hermanos confundidos doctrinalmente por algún elemento perturbador externo.
  •   Hermanos nuevos en la fe que necesitan apoyo para enfrentar los nuevos retos que trae la vida cristiana.
  •   Personas que manifiestan interés en escuchar el Evangelio. 

·            

       Sea cuidadoso al visitar a los enfermos para ser de edificación y no lo   contrario

                    Tenga en cuenta las siguientes normas:

  •   No entre intempestivamente en el local donde está el enfermo. Si hay una puerta toque primero, pida permiso para entrar, espere si es un momento inoportuno y una vez que pueda entrar salude cordialmente.  
  •   No critique el lugar, las condiciones higiénicas, al  personal o a la comida frente al enfermo o los familiares.
  •   No le pregunte al paciente la naturaleza de su enfermedad u otros detalles del tratamiento, infórmese mejor con los familiares. Solamente se tocará este asunto si el propio enfermo quiere hablar del tema.
  •   No compare al enfermo con otros que usted conoce que han padecido de lo mismo. No de soluciones médicas ni falsas esperanzas. Lo mejor es orar con la persona y prometerle seguir orando junto a la iglesia por su salud.
  •   No visite a un enfermo cuando usted también lo está de un padecimiento contagioso.
  •   No se siente en la cama del enfermo aunque los familiares lo hagan.
  •   No lleve comentarios negativos sobre la iglesia o acontecimientos de la comunidad.
  •   No lleve comentarios negativos de cuarto en cuarto sobre la crítica situación de otros enfermos visitados.
  •   No discuta temas controversiales, teológicos o de otra naturaleza, con el enfermo o los familiares delante de este.
  •   No alargue mucho la visita.
  • Ofrezca orar con y por el hermano o persona en general que está visitando en su lecho de enfermedad.
  • Si hay familiares presentes puede hablar con ellos brevemente pero recordando que el objetivo de la vista es el enfermo.

 

·   Evite mostrar favoritismo hacia un hermano o familia de la iglesia, al visitarle frecuentemente por encima de los demás

   

   El favoritismo nunca ha dado buenos resultados. Tenga siempre presente que usted es el pastor de toda la iglesia y la comunidad que le rodea.

 


·   Sea prudente en todo lo que hace durante la visita

  

   Nunca debe forzar las circunstancias, ni olvidar que al visitar está en terrero ajeno. O sea, leerá la Biblia y orará si es propicio hacerlo. Algunos miembros de la iglesia viven con familiares no cristianos que rechazan nuestras prácticas cristianas. Nuestro objetivo es la edificación y no crear problemas a nuestros queridos hermanos en la fe.

 La visitación es una excelente estrategia para desarrollar un ministerio pastoral efectivo. Si se trabaja con sabiduría, y una buena planificación, la visitación puede ser usada para trasmitir enseñanzas de la Palabra, corregir conductas erradas, aconsejar y consolar en medio de los problemas, así como discipular a nuevos creyentes. Además, la visitación es una excelente estrategia para conocer mejor la comunidad donde vivimos y/o ministramos, y que tenemos el deber de alcanzar para la gloria de Dios. 


Nos gustaría que nos dejara un comentario para continuar mejorando juntos la efectividad ministerial.

Comentarios

  1. Muy buen artículo. ¿Que tal le pareciera uno específico en nuestro contexto? Tristemente algunos consiervos se le ha olvidado está hermosa tarea. Bendiciones.

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    1. Gracias estimado hermano. Al mencionar nuestro contexto ¿Se refiere al contexto cubano? o ¿hispano en general? Muchas bendiciones para usted también.

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